Ruta por Pontevedra

Como toda Galicia, la provincia de Pontevedra es todo un lujo para todo aquel que tenga la suerte de poder conocerla. Está situada a 65 Km de Santiago de Compostela y forma parte del llamado 'Camino Portugués' (el trazado que desde la frontera de Valença do Minho y Tui se dirige a Compostela por O Porriño, Redondela, Pontevedra y Padrón. Este itinerario, entre Tui y Santiago, tiene 117 km).

Fue fundada, según la leyenda, por Teucro de Troya, aunque la historia sitúa su origen en un asentamiento lacustre del Neolítico, que tendría al río Lérez como cauce de riqueza y defensa. Su situación estratégica favoreció el desarrollo de la urbe a lo largo de los siglos. En época romana era mansión de la vía XIX que unía Braga con Lugo y Astorga, hasta que en 1833 pasa a ser la capital de la provincia del mismo nombre.

Hay infinidad de lugares que merecen la pena, pero aquí hago una selección de 8 especiales y peculiares que, como mínimo, no dejan indiferente.

    1. Combarro
    2. Nigrán (Templo Voivo del Mar)
    3. Baiona (Paseo Monte Boi, y Fortaleza)
    4. Illa de Arousa (Faro Punta Cabalo)
    5. Cambados (Ruinas Santa Mariña)
    6. O Grove (Aldea de los Grobits)
    7. Poio (Monasterio San Xoán)
    8. San Xenxo (Playa de Silgar)

Combarro

Probablemente es uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de Galicia. Visitar este pueblo marinero y campesino te transporta a otra época. A pesar de haberse convertido en un reclamo muy turístico, conserva un encanto especial que no hay que perderse, convirtiéndolo en una parada obligatoria en tierras gallegas.

El nombre de Combarro es un topónimo, con la raíz 'comb' que significa curvatura de la costa, y que hace justicia a su situación geográfica. En el Siglo XII, el pueblo fue donado al monasterio de San Juan de Poio por la Reina Urraca I de León. La nobleza no construía sus pazos y palacios allí debido a que sólo era una villa que dependía de un monasterio, sin fortificar y sin puerto comercial. Por ello sus casas y hórreos de granito fueron construidos por agricultores y pescadores.

Sus característicos hórreos situados a pie de mar son famosos y llenan infinidad de postales y fotografías. Los más de 30 hórreos de los Siglos XVIII y XIX, se construyeron sobre una base de granito bordeando el agua para almacenar maíz, secar boquerones y sardinas.

Otra característica típica son los Cruceiros que libran del mal y de la Santa Compaña. Su casco histórico cuenta con 6 Cruceiros, todos ellos con una mesa altar o escalinata de piedra en la base que servía para apoyar el ataúd de los difuntos y rezar por el ánima del fallecido. De esta manera denotaban la cristianización de un lugar y otorgaban una función protectora. La figura de la Virgen suele mirar siempre hacia el mar y la del Cristo hacia la tierra.

Adentrarse por las calles de Combarro, es algo mágico. Empedradas y preciosas, entre casas marineras, balcones de piedra y madera, estrechos soportales y montones de tiendas de artesanía, recuerdos y productos típicos. Entre ellas llegas a la Plaza de San Roque con el edificio de la Biblioteca del Siglo XVIII. El Peirao, es antiguo puerto de pescadores, ahora lleno de terrazas donde sentarse a disfrutar de las preciosas vistas al mar, mientras comes o tomas algo. Cada 16 de Julio los barcos se adornan con flores y banderas para celebrar la festividad de la Virgen del Carmen. La elegida como más bonita portará la imagen de la Virgen.

Combarro
Combarro

Alojamiento en Combarro

En nuestra ruta por Pontevedra, elegimos Combarro como 'campamento base' y nuestro alojamiento fue una amplia y cómoda casa en pleno centro con una agradable chimenea de pellets. Los dueños super amables, también tienen un restaurante y charlando con ellos sobre viajes nos invitaron a su tarta de manzana casera que es estupenda!! -Enlace al alojamiento- ''Casa Cordieira''

Vistas desde el alojamiento
Vistas desde el alojamiento

Templo Votivo del Mar en Nigrán 

Al Sur de la provincia de Pontevedra se encuentra el municipio de Nigrán, dentro de la Comarca de Vigo, muy conocido por sus playas, como la de Panxón, con bandera azul por la limpieza de su arena y sus aguas. Pero hay otra cosa que nos llevó a parar aquí. Una de las mejores obras del arquitecto gallego Antonio Palacios. 

El Templo Votivo del Mar, que sustituyó a la antigua iglesia parroquial que se había quedado pequeña. Su intención fue la de conservar tanto el arte gallego, como el románico y el gótico con influencias musulmanas. Lo dedicó a todos los marineros, por lo que eligió este lugar que fue una pequeña villa, cuyos vecinos donaron materiales para su construcción. 

Su planta es de cruz latina y su torre mide 30 metros. Tiene forma de faro, con el fin de que los marineros la localizasen y sirviera de guía para llegar a tierra. A su lado hay un minarete de forma cilíndrica, coronado por 4 ángeles custodios orientados hacia los 4 puntos cardinales. Su bóveda recuerda el estilo califal musulmán y los arcos apuntados son góticos.

La entrada principal tiene acceso por la Rúo Do Mariñeiro, subiendo una empinada cuesta empedrada. Se pueden ver los restos de sarcófagos y de la antigua iglesia parroquial. Sus magníficas vidrieras y toda la integridad del monumento, no se encuentran en muy buen estado de conservación, y su ubicación en lo alto de una loma, desprotegida de las inclemencias del tiempo, hacen que su deterioro sea mayor.

Aún así, merece la pena hacer un alto en el camino para contemplar esta fantástica obra mientras siga en pie. En el momento de nuestra visita se estaba celebrando una boda, y sólo puedo decir que es un lugar precioso para ello.

El Templo Votivo del Mar, Nigrán
El Templo Votivo del Mar, Nigrán

Baiona 

Dentro del Área Metropolitana de Vigo, al sur de las Rías Baixas, limitando con el municipio de Nigrán y al Norte con el Océano Atlántico, Baiona, es una de las Villas más turísticas y marineras de Pontevedra. Su casco histórico fue declarado 'Conjunto de Interés Histórico Artístico'.

No hay que perderse dar un paseo por el Monte Boi, la mejor manera de apreciar las playas y gran parte de la base de la fortaleza, en un recorrido de casi 2 kilómetros que comienzan en la playa de A Cuncheira, y termina bajo la Torre del Reloj, junto a la Puerta Real.

Se pueden admirar también las playas de Os Frades y Barbeira, las islas Estelas y Cíes, Monteferro, Panxón y Praia Améric con calas tranquilas, algunas con accesos habilitados mediante escalinatas de piedra.

La Fortaleza de Monte Boi, también conocida como de Monterreal, se conoce desde hace más de 2.000 años como recinto amurallado. Siglos antes del nacimiento de Cristo, habitaron en ella diferentes pueblos, entre ellos, celtas, fenicios y romanos. Ya en nuestra era se vio ocupado por diversos pobladores y sufrió gran cantidad de ataques, así como de modificaciones. Antiguamente, se asentó aquí la villa de Baiona, como privilegio otorgado por los Reyes Católicos para defenderse de las incursiones corsarias. La península ocupa una extensión de 18 hectáreas rodeadas de 3 km de murallas almenadas de entre los siglos XI y XVII.

Después, el recinto se convirtió en residencia de los diferentes gobernadores militares de la fortaleza, entre ellos el conde de Gondomar. Posteriormente pasó a manos privadas hasta que, en 1963, lo adquirió el Ministerio de Información y Turismo para instalar en su interior el Parador de Turismo "Conde de Gondomar".

Actualmente, la muralla mantiene las tres torres desde las que se vigilaba la fortaleza. En la entrada está la Torre del Reloj (la cual escondía una campana que servía para dar la alarma en caso de ataque enemigo), al este se levanta la Torre de la Tenaza, cuyo cometido era defender el puerto mediante unas baterías de tiro y, en la parte más oriental de la fortaleza, sobre la bahía, la Torre del Príncipe, la más antigua, actuaba como faro para los navíos. Ésta última tiene tres escudos (de los Austrias, de los Sotomaior y el de la Villa). Debe su nombre a que en ella estuvo preso el príncipe portugués Alfonso Enriquez en el 1137.

Su casco antiguo, también merece un paseo, entre calles empedradas llenas de tiendas, restaurantes, iglesias... una buena opción para pasar el día.

Baiona
Baiona

Illa de Arousa (Isla de Arosa) 

Esta isla y municipio se encuentra en el corazón de la Ría de mismo nombre, con una superficie de 7 kilómetros cuadrados. Enlaza con el continente mediante un puente de casi 2 kilómetros. La Unión Europea la declaró Reserva Natural gracias a sus 36 Kilómetros de costa. Su economía está basada en la pesca y el cultivo del mejillón.

En los primeros siglos fue invadida por los normandos y los musulmanes. En la Edad Media tuvo dueños: el Obispo Sisnando y el Rey Ordoño II. Y el influyente monasterio santiagués de San Martín Pinario. El Rey Alfonso IV fundaría aquí un monasterio dedicado a San Julián, patrono de la Isla, del que no queda nada.

Hay que acercarse al Faro de Punta Cábalo, levantado entre las rocas y desde donde se contempla un paisaje de gran belleza. Cámaras preparadas porque  ''Luz en la noche de los pescadores, que señala el comienzo de la noche y el camino de vuelta a casa''

Faro Punta do Cabalo, Illa de Arousa
Faro Punta do Cabalo, Illa de Arousa

Cambados 

Situado en la comarca del Salnés, el centro de las rías Baixas. Es otro bonito pueblo marinero, Capital del Vino Albariño. Habitado desde los siglos V y VI a. C., según algunos vestigios de asentamientos celtas encontrados en su territorio, Cambados tiene una larga e interesante historia. Fenicios, romanos, godos, sarracenos y normandos invadieron y asolaron sus costas.

Para defenderse de estos ataques, en el siglo XI, el arzobispo de Santiago de Compostela ordenó construir torres vigías, levantando en Cambados la Torre de San Sadurniño. Esta defensa que los pobladores hicieron de su territorio, le valió el nombre de «Muy Real Villa» concedido por el rey Fernando II en el siglo XII, iniciando un período de esplendor que todavía puede verse en los grandes pazos que se conservan en el municipio.

Pero hay algo 'diferente' que me llamó la atención, como siempre que 'rastreo' lugares.

Cerca de un viejo Castro, se encuentran los restos de la antigua Iglesia Parroquial de Santa Mariña, patrona de Cambados. Simplemente espectaculares.

En una capilla románica del siglo XII, el señor feudal Lope Sánchez de Ulloa construyó la Iglesia de Santa Mariña de Dozo, posteriormente restaurada y ampliada por su hija María de Ulloa, a finales del siglo XV.

Además del románico original, la iglesia también presenta un estilo marinero gótico y elementos renacentistas. Comprende una sola nave dividida por cuatro arcos románicos transversales, cinco capillas laterales, sacristía y capilla. En uno de estos arcos se representa uno de los siete pecados capitales, 'la pereza'. Entre los aspectos más destacados de la capilla se observan escenas bíblicas, tales como la Encarnación, Cristo y los Apóstoles, la expulsión del paraíso y los pecados capitales en relieve.

La iglesia fue abandonada por razones políticas y religiosas en el siglo XIX, trasladándose la iglesia parroquial a la iglesia del antiguo convento de San Francisco. Finalmente se utilizó como cementerio parroquial. Sus restos fueron declarados Monumento Nacional en 1943 y hoy en día el lugar es considerado 'el cementerio más melancólico del mundo', en palabras del escritor gallego Alvaro Cunqueiro, gran admirador de la ciudad.

En 2014, las Ruinas de Santa Mariña de Dozo fueron elegidas como el tercer monumento funerario más importante de España, además de estar incluido en la prestigiosa Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE). En la actualidad se realiza una sola misa al año en el Día de los Difuntos.

Iglesia Parroquial de Santa Mariña, Cambados
Iglesia Parroquial de Santa Mariña, Cambados

Nos quedamos alucinados con este lugar, la verdad que da hasta un poco de miedito, fuimos pronto para evitar que hubiera gente, y es ESPECTACULAR.

No hay que marcharse sin subir a la cima del Monte de A Pastora para disfrutar la bonita vista panorámica de toda la ciudad de Cambados, sus viñedos y la ría de Arousa.

Monte de A Pastora, Combados
Monte de A Pastora, Combados

Fotogalería Iglesia Parroquial de Santa Mariña y Monte de A Pastora

O Grove (Aldea de los Grobits) 

En este municipio situado a la entrada de la Ría de Arosa, tienes que cruzar el puente que lleva a la Isla de La Toja, para encontrar un lugar que me llamó la atención inmediatamente y al que teníamos que ir sí o sí.

Es la Aldea de los Grobits en la Toja, me da un poco de vergüenza admitir que en realidad es un parque infantil, pero es tan chulo, que me da igual, con más de 40 allá que fuimos directos.

Todos conocemos a Los Hobbits, esos pequeños personajes del Señor de Los Anillos creados por J.R.R. Tolkien. Bien, pues podríamos decir que tienen unos primos llamados Los Grobits, que habitan en un inmenso Parque Forestal de la Isla de la Toja. Cuando te adentras llegas a un conjunto de pequeñas casitas escondidas, que parecen estar metidas en la tierra y cubiertas de musgo, con sus detalles, como mesitas y sillas en la entrada, bancos, columpios de madera y hasta un pozo mágico.

Esta es su historia:

"Los Grobits son seres que moran en las profundidades de las aguas termales de A Illa da Toxa y salen al aire, no se sabe muy bien qué días, subiendo desde las grietas termales hasta conectar con el pozo que podrás ver en la aldea. La tierra del pozo se vuelve agua cuando ellos emergen, y se transforma otra vez en tierra negra y plantas en el momento en que pisan el suelo del bosque. Vagan entre los pinos centenarios subiendo y bajando como ardillas y, cuando están cansados, abren las puertas de las casas que ves, para entrar a reponer fuerzas. Es inútil que llames a la puerta. No abren nunca, a menos que quieran salir al exterior o pretendan volver a las profundidades de las fallas termales que hay debajo de esta isla. ¡Si tienes suerte quizá puedas ver alguno!

Los Grobits, cuyo nombre proviene de la fusión entre O Grove y los Hobbits, hace muchos años convivían entre nosotros, pero cuando los seres humanos se volvieron posesivos, decidieron esconderse. Los adultos no los pueden ver pero, en cambio, los niñ@s son capaces de sentir su presencia.

Por el bosque hay bancos de madera con textos escritos, ''Las gentes de O Grove desde tiempos inmemoriales vinieron usando este monte para coger leña y traer su ganado''

No somos niños, pero disfrutamos como tales en este peculiar y bonito lugar, que es de lo que se trata.

También podéis disfrutar de los bonitos paisajes de la zona y dar una vuelta por la animada zona de O Grove, un pueblo que data de la Edad de Bronce y donde destacan entre sus restos arqueológicos dos castros: uno en la Siradell y otro en Punta Castriño. La presencia romana dejó un importante núcleo de población y su posición estratégica la dotaba de abundantes materiales arqueológicos.

Aldea de los Grobits, O Grove
Aldea de los Grobits, O Grove

Poio (Monasterio San Xoán 

A un lado de la ciudad de Pontevedra y separado únicamente por la ría, el concello de Poio combina el paisaje marinero con el urbano. Hay un lugar donde quisimos hacer una parada.

Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1970, el Convento de San Xoán de Poio es uno de los máximos exponentes de la arquitectura de la comarca, tanto por su antigüedad y buen estado de conservación, como por su valor artístico. El primer documento relativo al monasterio data del año 942, cuya fundación se atribuye a San Fructuoso, bajo la Orden Benedictina. Entre los años 1548 y 1556 albergó el Colegio Mayor de Teología, por privilegio de Carlos V, donde impartía clase el Padre Feijóo.

En el año 1835 el Monasterio de Poio fue abandonado por la Orden Benedictina y en el año 1890 se hicieron cargo del Monasterio los religiosos Mercedarios.

Cuenta con dos claustros, uno renacentista con bóveda de crucería y una fuente barroca en el jardín, conocido como Claustro de las Procesiones, construido en el siglo XVI y otro barroco cubierto con un mosaico de 200 m² que representa el Camino Francés de Santiago, conocido como Claustro de los Naranjos, construido entre 1747 y 1749. En la huerta del Monasterio se encuentra el hórreo de mayor capacidad de Galicia.

Convento de San Xoán de Poio
Convento de San Xoán de Poio

San Xenxo 

Considerada la capital turística de las Rías Baixas. Los numerosos restos encontrados de poblados de cultura castreña, de elementos romanos y la gran necrópolis de la zona de A Lanzada confirman la existencia de población humana en San Xenxo 4.000 años a.C. Los promontorios de la costa servían como fortalezas naturales para la población. Entre ellos destaca A Lanzada, que hasta la Edad Media era uno de principales lugares para defenderse de las invasiones de normandos y sarracenos.

Entre sus playas las más turísticas son el Silgar o Baltar y otras más tranquilas como Areas o A Lanzada, muy concurrida por los surferos.

En la Playa del Silgar, desde su animado paseo lleno de terrazas, restaurantes y cafeterías, una figura emerge de sus aguas. 'La Madama de Silgar', inspirada en la mitología celta, simboliza la belleza del mar.

Un buen lugar para dar un paseo al atardecer y ver la preciosa puesta de Sol.

San Xenxo
San Xenxo

Fotogalería de Pontevedra

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