Transilvania

La Región de Transilvania está situada en el corazón de Rumanía, junto a los Montes Cárpatos, con Maramures al norte, Valaquia al sur, Moldavia al este, y el Banato y Crisana al oeste. Una región de espesos bosques y relieve montañoso rodeada de misteriosos castillos.

Como explicaba en el post de Bucarest, esta región ha sido testigo en numerosas ocasiones de guerras por las disputas entre los Dacios, sus habitantes antes de que llegara el Imperio Romano y la conquista romana (Siglos I d.C o II d.C) cuando el emperador Trajano conquistó las tierras de los Dacios para el Imperio Romano.

El nombre de Transilvania viene del latín trans=entre/cruzando y silvania=Bosque, de modo que se puede traducir como el 'País de los bosques' o el 'País entre los bosques'. 


Como no teníamos muchos días, dedicamos uno a esta región visitando 3 de los principales lugares en una excursión guiada que incluía el traslado, guía y entrada a los Castillos. 

La parte negativa de esta excursión fue la tensión provocada por estar en manos de un conductor imprudente que sobre todo a la vuelta a Bucarest estuvo a punto de provocar un accidente. La mayoría de los pasajeros no se dieron cuenta del todo, pero nosotros que íbamos en el primer asiento delantero nos llevamos 'el susto'. No toda la culpa fue del conductor, porque como ya explicaba en la entrada de Bucarest, en general se conduce de forma nefasta, agresiva y peligrosa. Un conductor, no sabemos si 'cabrón' o 'borracho', o ambas, se pasó parte del camino acosando al autobús, adelantando de forma peligrosa, dando frenazos que casi hacían estrellarnos y lo peor de todo no fue eso. Fue que nuestro conductor le seguía el juego haciendo lo mismo que él. Eso sí, curiosamente no paraba de santiguarse continuamente, pero a la vez iba como un loco haciendo muy fácil matarnos, y la guía tan normal. La verdad que pasamos miedo y así lo hice constar como queja en las opiniones. 

Dicho esto, vamos a la parte buena.


Castillo de Peles

Castillo de Peles
Castillo de Peles

 En la bonita localidad alpina de Sinaia (a unas 2 horas desde Bucarest atravesando los Cárpatos), a los pies de los Montes Bucegi en el Valle de Prahova está esta maravilla de Palacio neo-renacentista y sajón.

Fue construido como residencia de verano de los reyes rumanos. El primero de estos, Carlos de Hohenzollern, tras lograr la independencia de Rumanía (entonces formada por Valaquia y parte de Moldavia), necesitaba una bonita residencia de verano, y la mandó construir en la vertiente meridional de los Montes Cárpatos.

El castillo de Peles es considerado como el más importante edificio histórico de Rumania, y el más bello. Cuando el todavía príncipe Carlos visitó por vez primera los parajes de Sinaia en agosto de 1866 era un pequeño pueblo de montaña en el camino hacia Transilvania, en medio de los Cárpatos salvajes. En 1872 el estado compra el terreno y las obras se ponen en marcha para que el rey tuviera su capricho.

En 1875 terminan las obras, y bajo la última roca se ponen 20 monedas de oro de 20 lei, primeras monedas rumanas con el rostro del nuevo rey. En 1883 se inaugura oficialmente, como sede de la nueva dinastía.

Al terminar la construcción, el palacio contaba con 160 habitaciones y 30 baños aproximadamente. Fue el primer edificio de Europa en tener electricidad, ascensor y calefacción. Por preferencia del Rey el techo esta hecho de cristal, ya que su deseo era poder ver las estrellas.

Los salones y habitaciones rebosan de un recargado mobiliario, sobre todo en madera, rojas moquetas, espejos y lámparas gigantescas de cristal de Murano, vidrieras decoradas, balaustradas de marfil, vajillas de porcelana... todo muy recargado y ostentoso.

El recorrido por el castillo te lleva a la sala de música, un pequeño teatro, comedor, sala de espejos, diferentes terrazas con fuentes y estatuas, salones decorados con enormes lámparas de araña, y una biblioteca que, como no podría ser de otro modo, tiene una puerta secreta escondida detrás de una estantería.

Acompañan al Castillo bosques de abetos, jardines y esculturas que se diseñaron para gusto de los cortesanos.

Justo antes  de llegar hay una pequeña plaza con preciosas casas y algunas tiendas desde donde un bonito camino entre el bosque te acerca al Castillo. Desde donde lo mires, es una auténtica belleza, demasiado concurrido como suele pasar en estos lugares tan famosos, pero al ir en grupo, casi no tuvimos que esperar en la cola, y dentro, a pesar de estar a tope de gente, estaba bastante bien organizado, pasando a cada estancia por tiempos para evitar aglomeraciones. Por algo es uno de los lugares más famosos y visitados de Rumanía. Ahora podemos dar fe de ello.

Para ir por libre, la ubicación es: Aleea Peleșului 2, Sinaia 106100, Rumanía. Horarios: De martes a domingo: de 9:15 a 16:15 horas.Miércoles abre a las 11:00 y cierra a 16:15 horas. Precio: Adultos: 30 LEI. Si quieres sacar fotos del interior hay que pagar un suplemento.

Castillo de Peles
Castillo de Peles

Continuamos viaje hacia Bran situada en Transilvania, junto a la frontera con Valaquia para visitar el famoso Castillo de Bran. El Sol que hacía en Peles se esconde entre nubes y algo de niebla, lo que hace el escenario perfecto para ver este lugar. Sólo falta Drácula dando la bienvenida...


Castillo de Bran

Castillo de Bran
Castillo de Bran

La mansión medieval muy bien conservada se eleva sobre una roca de 200 metros de altura. El aura de misterio y leyenda en torno al mito de Drácula, creado por Bram Stoker, lo rodea. La imagen del Castillo desde abajo, entre las ramas secas de los árboles, con sus torreones y el ambiente gris y frío lo convierten en una postal perfecta. Es así exactamente como te lo imaginas si estuvieras viviendo en esa época de vampiros.

Fue construido en el sitio donde se encontraba una fortaleza de la época de los Caballeros Teutónicos de 1212, y fue documentado por primera vez en un acta que emitió Luis I de Hungría en 1377 en la que concedía a los Sajones de Kronstadt (Brasov) el privilegio de construir la Ciudadela. 

A pesar de que Stoker no conocía Transilvania, el escritor irlandés se basó en la investigación y en su imaginación para crear el lugar donde vivía el personaje del Conde Drácula, que se asemeja mucho a esta mansión. El castillo alberga unas 60 habitaciones a las que se llega a través de sinuosas y estrechas escaleras, y muchas de estas habitaciones están conectadas por pasajes subterráneos en los que hay colecciones de muebles, armas y armaduras de los Siglos XIV a XIX. 

De 1920 a 1957, Bran sirvió como residencia real, ya que el pueblo de Brasov se lo regaló a la reina María de Rumanía. Pero ahora es un museo abierto a los turistas, que podemos ver los muebles y el arte que rodeaba a la reina.

Castillo de Bran
Castillo de Bran

A los pies hay un bonito y extenso parque, con un pequeño lago (helado en ese momento) y un empinado camino sube hasta la entrada de la fortaleza. Una vez dentro, hay una pequeña sala con imágenes de familiares entre las que llaman la atención por supuesto, el abuelo de Vlad Tepes así como él mismo. Empiezan los estrechos pasadizos y escaleras que llevan a las diferentes estancias, donde nos encontramos con mobiliario medieval que recuerda que el castillo estuvo habitado.

Castillo de Bran
Castillo de Bran

Entre las diferentes habitaciones destaca una sala dedicada a la leyenda de Vlad el Empalador y al mito de Drácula, además de una sala dedicada a los instrumentos de tortura de la época. También una amplia habitación donde han colocado un árbol navideño. Un patio central, con un pozo se ve desde un estrecho y largo balcón que rodea toda la planta donde se llevaban a cabo los juicios contra los acusados de herejía.

El personaje histórico Vlad Dracul "Vlad El Empalador" en realidad nunca habitó el castillo (aunque se dice que pudo estar como reo encerrado en sus celdas). Se dice que su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari en el corazón de los Cárpatos a más de 800 metros de altitud.

Antes de marcharnos tuvimos tiempo de visitar un enorme mercadillo navideño que había montado junto al Castillo y seguir haciendo fotos desde el pequeño pueblo lleno de tiendas, restaurantes y con unas magníficas vistas con la fortaleza dominando el paisaje.

Para ir por libre la ubicación: 190 kilómetros al norte de Bucarest. Horario: Desde abril hasta septiembre:Lunes: de 12:00 a 18:00 horas. De martes a domingo: de 9:00 a 18:00 horas. Desde octubre hasta marzo: Lunes: de 12:00 a 16:00 horas. De martes a domingo: de 9:00 a 16:00 horas. Adultos: 40LEI.

Bran
Bran


No puedo cerrar éste capítulo sin contar la interesante Historia de Vlad Tepes:

''Vlad III, más conocido como Vlad Dracul o Vlad Tepes ("El Empalador"), señor feudal de los Cárpatos, fue príncipe de Valaquia, un territorio de la actual Rumanía, que vivió en el Siglo XV.  Aterrorizó a sus súbditos con asesinatos en masa. Se cree que liquidó a más de 100.000 personas, aproximadamente el 20% de la población, y que disfrutaba asistiendo a muertes lentas que incluían torturas, descuartizamientos y sobre todo empalamientos, de donde le viene su siniestro apodo, pero no parece probable que mordiera cuellos.

*El Bosque de los Empalados es el lugar en el que se dice que Tepes hizo talar todos los árboles para empalar a más de 20.000 prisioneros*

Fue un tirano y un guerrero cruel, pero no un vampiro. Nació en 1428 en Sighisoara. Era el primogénito del Príncipe Vlad, apodado Dracul (diablo) por su crueldad y sangre fría, características que heredó su hijo junto con el alias de Draculea, que significa hijo del diablo. En aquellos tiempos, el territorio rumano estaba acosado por el Imperio Otomano y por los húngaros, y en el interior por nobles que luchaban entre sí con ferocidad. Vlad vivió una infancia traumática, pues fue entregado por su padre a los turcos, que eran sus aliados en contra de los húngaros, y fue criado por el sultán Murat II, padre de Mehmet II. 

Con el apoyo de éstos, Vlad subió al trono de Valaquia en 1448 tras el asesinato de su padre a manos del noble húngaro Iancu de Hunedoara. Una vez en el trono, el joven pronto dio muestras de que no se comprometía con nadie y decidió cambiar de bando al estrechar relaciones con Iancu y enfrentarse a los otomanos. Previamente se ocupó de los enemigos interiores y organizó un festín para los nobles boyardos, que entraron como invitados y acabaron formando parte del banquete: fueron atados, colocados boca abajo y empalados con estacas romas que penetraban más lentamente en su cuerpo para que el suplicio durara más. Algunos tardaron tres días en morir. Después, decidió alzarse contra los turcos y se negó a pagarles el tributo, planteando a Mehmet II una guerra de guerrillas que puso en jaque al Imperio Otomano. Sin embargo, los turcos acabaron invadiendo Valaquia y Vlad huyó a Hungría para pedir protección, pero el rey lo encarceló.

Durante sus doce años de encierro aplacó su sadismo empalando ratones y pájaros. En 1475 fue liberado y regresó al trono de Valaquia, que había sido ocupado por su hermano Radu el Hermoso. Su última acción conocida fue la lucha contra los trucos en la batalla de Vaslui junto a las tropas del príncipe Esteban Bathory.

Finalmente, en 1476, murió asesinado en una emboscada, probablemente por sus propios soldados, que entregaron su cabeza a los turcos. El trofeo fue colgado de una estaca en el centro de Estambul.

En Rumanía fue venerado como paladín de la cristiandad contra la invasión musulmana, pese a que siempre se le representa con la estrella de ocho puntas, nunca con una cruz. Jamás se supo qué ocurrió con sus restos, supuestamente enterrados en el monasterio de Snagov.''


Príncipe Vlad III: «ma voi ridica din mormant si voi razbuna moartea ei cu toata puterea intunericului».

(Castellano: «Me levantaré de la tumba y vengaré su muerte con todas las fuerzas oscuras».

Príncipe Vlad III: «Sangele este viata... si va fi si viata mea».

(Castellano: «La sangre es vida...y será mi vida también».

''Un delegado papal describió a Vlad como una persona con un cuerpo fornido y musculoso, rostro rojizo y delgado, nariz aguileña, pómulos salientes, largas pestañas, ojos grises, cejas tupidas, bigote y una cerviz de toro que le ceñía la cabeza, de la que colgaba una ensortijada melena negra.''

Brașov

Desde Bran nos dirigimos a la última parada. A sólo 25 Km, justo en el punto donde se unen los Montes Cárpatos y la Depresión de Brașov,  llegamos a una de las ciudades más visitadas de Transilvania, la pequeña y preciosa Brașov 

Historia de Brașov

Desde la llegada de los sajones en el siglo XII, la ciudad se vio varias veces atacadas por turcos y mongoles, por lo que los sajones tuvieron que construir fortificaciones en torno a la ciudad. La mayoría de las murallas, puertas y torres defensivas fueron construidas entre 1400 y 1650. Todavía hoy se puede observar parte de la muralla, de 40 metros de altura, aunque la mayoría fue derribada en el siglo XIX para que la ciudad pudiera expandirse.

De los siete baluartes, sólo han sobrevivido unos pocos, como el que está situado al noroeste de la ciudad vieja; en la calle Dupa Ziduri, las Torres Blanca y Negra del siglo XV y el Bastión de los Herreros, uno de los siete originales construidos por los gremios de la ciudad. Éste último es donde se encuentran actualmente los más de cien mil documentos antiguos y raros, incluyendo 80 valiosas cartas de los Siglos XIV a XVI, entre las que se encuentra la carta más antigua escrita en rumano en 1521 por un comerciante.

La Puerta de Schei (Poarta Schei) era la entrada al barrio de Schei desde la ciudad amurallada, también se conocía bajo el nombre de Porta Valacce, ya que era la única entrada para los rumanos que vivían en Schei, a los que no se les permitía utilizar otras entradas. Parece un Arco de Triunfo con tres aberturas, la central para coches y los laterales para peatones.

La antigua ciudad de Brașov se encuentra al pie del Monte Tampa que hacía de barrera de protección natural, pero la ciudad también tenía una muralla defensiva que la rodeaba. De las varias puertas que debió tener la muralla en Brașov sólo se conserva una, Poarta Ecaterinei, Puerta de Catalina. Fue realizada por el gremio de los sastres en 1559 y formaba parte de una estructura más grande que ya no existe. Encima de la entrada se puede ver el escudo de la ciudad, una corona sobre un tronco de árbol. Escudo que volveremos a ver en otros edificios.

Monte Tampa
Monte Tampa


Después de comer, salimos a la Plaza del Antiguo Ayuntamiento (Piata Sfatului), rodeada de bonitos edificios con fachadas de colores. Al ya de por sí animado ambiente repleto de restaurantes, tiendas, cafeterías, se le añade el tumulto navideño con el correspondiente mercadillo, árbol y luces por todas partes. Sobre todo esto impera el bonito edificio del antiguo Ayuntamiento con su torre del reloj (Casa Sfatului, de 1420), de arquitectura sajona que hoy alberga el Museo de Historia Brașov. Su aspecto actual corresponde a una reconstrucción de 1780 ya que fue destruido en 1689 en la invasión austro-húngara.  Llama la atención el colorido escudo de la ciudad que mencioné antes, una corona sobre un tronco de árbol.

La llamada 'Torre del Trompetista', se llamaba así porque antiguamente se utilizaba como torre de vigilancia y el centinela hacía sonar este instrumento si veía tropas enemigas acercándose a la ciudad. Desde lo alto de la torre se pudo ver al flautista de Hamelin seguido por su corte de chiquillos siguiendo su música y que se perdieron por las callejuelas de Brașov. Se dice que los niños que le seguían fueron llevados a Transilvania, o a un mundo feliz en el interior de la tierra donde permanecerían ajenos a la maldad y crueldad del mundo de los adultos.

Plaza del Antiguo Ayuntamiento (Piata Sfatului)
Plaza del Antiguo Ayuntamiento (Piata Sfatului)

En la plaza también se encuentra la Casa del Mercader, de estilo renacentista, convertido en restaurante y el Museo de la memoria de la familia Mureseanu. Aquí tiene lugar el célebre festival de música que hay a finales del verano: el Festival del Ciervo de Oro. La mayor parte del centro de Brașov es peatonal. Desde aquí también parte la Calle Republicii, la principal arteria peatonal. 

Calle Republicii
Calle Republicii


Justo al lado está la monumental Iglesia Negra (Biserica Neagra), la iglesia gótica más grande de Rumanía construida en el Siglo XV, y destruida en gran parte tras la primera invasión turca. El nombre que tiene actualmente se debe a un incendio que tuvo lugar en 1689 arrasando prácticamente todo el casco viejo de la ciudad y que dejó ennegrecidas las paredes de la Iglesia.

Siempre vigilados en lo alto por el Monte Tampa, la montaña de 960 metros que se alza sobre de el pueblo con un llamativo y gran cartel con las letras de Brașov al estilo Hollywood.

Iglesia Negra (Biserica Neagra)
Iglesia Negra (Biserica Neagra)

Fotogalería

LEYENDAS

Ya lo sabemos, Drácula es el gran protagonista, pero no sería justo quedarse sólo con él. Transilvania tiene muchas leyendas más. 

* El Lago Rosu es la puerta natural de entrada desde el lado transilvano a la imponente Garganta del Bicaz. Su nombre quiere decir lago rojo y se formó por un deslizamiento de tierras. La leyenda cuenta que la sangre de los excursionistas que murieron durante el deslizamiento le dio el tono rojizo al agua. Hoy en día es un precioso paisaje que atrae a visitantes durante el verano por lo bonito de sus alrededores y durante el invierno para la práctica de deportes invernales.


* Conocido como "El triángulo de las Bermudas de Transilvania" el Bosque de Hoia-Baciu es muy visitado por aquellos que buscan fenómenos extraños  según su fama y leyenda. Ubicado en la ciudad de Cluj-Napoca, considerada la capital de la provincia histórica de Transilvania, el bosque tiene todo tipo de leyendas e incluso la creencia que se trata de una puerta a distintas dimensiones. Testimonios de visitantes dicen haber experimentado fuertes dolores de cabeza o el sentirse observado, una vez se adentran en el bosque. Se dice también que los que entran pierden la noción del tiempo tal y como se concibe y que al salir pueden haber pasado horas cuando ellos tienen la sensación de que solo han pasado minutos. En la década de los 60 el biólogo Alexandru Sif tomó fotografías que le resultaban muy extrañas con sombras y rastros que no recordaba que estuvieran cuando se encontraba sobre el terreno.

Cuentan la historia de un pastor y su rebaño de 200 ovejas que se adentraron en el bosque y desaparecieron sin dejar rastro. Tampoco faltan las historias que hablan de grupos que se han adentrado en Hoia avistando desde extraños objetos en el cielo hasta lo que parecen ser sonidos inexplicables.


El llanto de la novia del Castillo Abrud

Al norte se encuentra el castillo Abrud, una fortificación construida en el Siglo XVI y al que se le nombra en una leyenda local. Aparentemente unos invasores querían apoderarse del castillo el cual estaba siendo bien protegido por Francisco Rakoczi. Para intentar tener éxito, enviaron a un guapo oficial que debía encantar a la hija de Rakoczi, pero él terminó enamorado de la joven y le dijo cómo salir de la fortaleza por un túnel secreto. Para mala fortuna de la chica, su padre escapó y la maldijo eternamente, y, como en una historia de Disney, ella sólo podría romper la maldición con un beso de amor. De hecho, con tres besos que debe darle su amado: uno convertida en rana, otro en serpiente y luciendo como una novia que llora... ¿Adivina a quién no han besado desde el siglo XVI?


El Castillo Hunyad 

El castillo Hunyad es tan bello como deprimente, una de sus torres se llama Nej Bojsia que, en español significa "No tengas miedo", premisa para tener miedo al instante, y además, el escudo de armas tiene un cuervo. Se dice que Iancu de Hunedora prometió libertad para tres turcos si cavaban en una roca hasta encontrar un pozo de agua; para su suerte, tardaron 28 años y antes de culminar la obra, Iancu falleció. Su esposa no cumplió la palabra de este hacia los turcos, quienes, en lugar de ser hombres libres, fueron decapitados. Antes de morir escribieron "Ahora tienes agua, pero no tienes corazón", junto a tres nombres en una pared. Los visitantes del castillo pueden ver el pozo y la triste dedicatoria, escrita en turco...


La leyenda del Flautista 

En algún momento de nuestras vidas todos hemos conocido la historia del flautista que liberó a un pueblo entero de la plaga de ratas que lo invadía con solo la música de su instrumento... se llevó a todas, menos una. Para esa rata que quedó, el flautista tocó una melodía distinta y atrajo a todos los niños de Hamelín. Sabemos que Hamelín está en Alemania y que quizás no tenga mucha relación con Transilvania. Aunque muchas leyendas dicen que los niños terminaron ahogados en un río o en el fondo de un barranco, existe una alternativa Transilvana con un final menos terrible. Según dice la tradición, los niños hipnotizados por la música que salía de la flauta fueron guiados hasta las tierras de Drácula, a través de la cueva de Vaghis donde viven felices. Una versión que tiene sentido, pues muchos alemanes originarios de Hamelin emigraron a Transilvania y sus descendientes todavía viven allí.


El misterio del niño caído 

El verdadero misterio de La Iglesia Negra de Brasov está fuera. En la parte superior de uno de los pilares exteriores, está la estatua de un niño pequeño en peligro de caer. Su significado es incierto, pero seguramente proviene de una historia bastante trágica. Algunos dicen que el pequeño muchacho murió al caerse después de ser enviado por los constructores para comprobar si la pared estaba recta. De ahí que decidieran crear la escultura como homenaje al sacrificio.

La otra historia, contada con más frecuencia, dice que el niño era un aprendiz increíblemente hábil que despertó los celos de su amo durante la construcción de la iglesia. El amo empujó al niño y, más tarde, confesó la verdad después de ser atormentado por la culpabilidad.


* El Puente de las Mentiras 

En Sibiu, está el 'Puente de las Mentiras' cuya leyenda dice que el puente hace ruidos peculiares cada vez que alguien dice una mentira mientras está sobre él. Algunos aseguran que antaño, los comerciantes que engañaban a sus clientes eran arrojados a este puente, por lo que la honestidad rápidamente se convirtió en un rasgo común de la ciudad. 


Los lagos que querían sacrificios humanos

Los ancianos de las aldeas de la región de Maramures están muy seguros de que los lagos de la zona a veces piden sacrificios humanos. Una de las historias más famosas cuenta que hubo una inundación que cubrió una iglesia y algunas casas de agua. La gente del pueblo de Tisa asegura que a veces se oyen las campanas de la iglesia durante las noches de Pascua.

Otra leyenda, esta vez más terrorífica, es la de los lagos sin fondo. Se dice que uno de los lagos se tragó a todos los invitados de una boda después de que muchos intentasen cruzarlo durante el invierno.

Otro lago, Vinderel, supuestamente tiene un vórtice oculto capaz de ahogar incluso a los nadadores más hábiles. Las mujeres solían bañarse en él, ya que creen que este ritual las ayuda a casarse en menos de un año. Esta tradición acabó cuando una de las chicas se ahogó a pesar de estar atada a la orilla con una cuerda.


La Julieta de Transilvania

Prácticamente todas las culturas tienen al menos una historia de amor prohibido con final trágico. Además de las historias mundialmente conocidas como la de Tristán e Isolda o Romeo y Julieta, hay otras menos conocidas pero también trágicas...

Una de ellas es la leyenda de la novia de Garbova, que ha sido transmitida de generación en generación. La historia comienza con un hombre rico y bastante autoritario que tuvo a la hija más hermosa del pueblo.

Como todos los jóvenes de la zona comenzaron a cortejarla, el padre decidió que se casaría con alguien que también poseyese una riqueza considerable. Pero la chica tenía otros planes, ya que estaba enamorada de un criado. Al darse cuenta de que no podían estar juntos, el criado abandonó el pueblo para ganarse la vida.

El día de su boda, la novia entró en la iglesia muy apenada junto con el elegido de su padre y murió delante del altar. El ramo de flores que estaba sosteniendo se transformó en una cruz de piedra. Se dice que los visitantes pueden ver esta cruz en la iglesia en Garbova.

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