Ginebra

Para empezar a conocer Suiza que tiene tanto que ver, elegimos una escapada de Semana Santa a Ginebra y Montreux. Desde el 28 de Marzo al 1 de Abril de 2018.

Comenzamos viaje el Miércoles 28 de Marzo tras un eterno día de trabajo. Volamos con Easy Jet torciéndose un poco la cosa ya que nuestro vuelo se retrasó algo más de una hora y cuando por fin embarcamos tuvimos que coger un bus al avión cuyo recorrido es desde el morro del avión, a la cola... menos de 1 minuto de recorrido. Pero superado este pequeño tropezón, empieza lo bueno. A pesar de salir tarde a las 23.30 llegamos al Aeropuerto de Ginebra donde enseguida encuentras una máquina en la sala de recogida de equipajes, antes de salir, donde pone Free Tickets. Ahí sacas unos billetes gratis válidos por 80 minutos para desplazarte al centro. 

Está muy bien indicado todo, así que enseguida encontramos el andén del tren hacia la ciudad que tan sólo tarda 7 minutos. Una vez allí bajamos en la Estación de Cornavin (Gare Cornavin) que está literalmente en la misma puerta de nuestro Hotel. Más fácil y rápido, pocos sitios. Dentro de esta estación central tienes de todo, cafeterías, tiendas, supermercado...

Nos alojamos en el Hotel Montbrillant, en una habitación tipo apartamento con butacas, dos mesas, cama grande y muy cómoda y una pequeña pero práctica cocina. Todo bien, excepto la calefacción, muy floja, sobre todo para un espacio tan grande y el frío de los Alpes. Por suerte no hizo mucho frío. El resto del hotel, con varias salas, restaurante, bar, con mucha decoración, cristalería, y lo mejor, la ubicación muy cerca de todo lo interesante. En el hotel te dan una tarjeta de transporte válida para los días que estuvimos que asombrosamente también es gratis. Vale para todo el transporte público dentro de Ginebra y viene fenomenal. Desde la habitación veíamos los trenes que por cierto me encantan y una noche hasta hubo fuegos artificiales.

Una vez instalados y cansados, a dormir y reponer fuerzas,


Al día siguiente jueves, decidimos visitar el CERN (Centro de Investigación Nuclear) ya que el resto de días que teníamos cerraba por fiestas de Pascua y no queríamos dejar de verlo. Cogiendo junto al hotel el tranvía número 18 en 20 minutos estás en la puerta den centro. Es uno de los más grandes e importantes del mundo para la investigación científica. El mayor acelerador de partículas del mundo y los instrumentos más completos se utilizan para estudiar los componentes básicos de la materia.

Puedes hacer una visita guiada o ir por libre y ver varias exposiciones como Microcosmos y El Universo de las Partículas. 

CERN
CERN

A la vuelta del CERN recorrimos varios de los principales sitios que ver. Junto a la Estación, en la Plaza de Cornavin, está la Basílica de Notre Dame, construida en 1857 y de estilo Neogótico, es una de las principales Iglesias Católicas de Ginebra. No es muy grande pero preciosa.

Los peregrinos hacen una parada en la Basílica en su camino a Santiago de Compostela. En junio de 1875, después de la llegada del gobierno anticlerical al poder, la Basílica fue ocupada, y posteriormente clausurada. En 1911, la Iglesia católica pudo comprarla de nuevo. Construida con piedra arenisca, su arquitectura se inspiró en el estilo gótico del siglo XIII.

Basílica de Notre Dame
Basílica de Notre Dame

Seguimos nuestro paseo por una de las calles comerciales, Rue de Chantepoulet que desemboca directa al extremo Sur del Lago Leman desde donde se ve la famosa Jet' D'Eau, una fuente de 140 metros de altura que domina el puerto y eleva el agua con una fuerza y velocidad de 200 Km/h. Antiguamente era la llave de paso de agua de la ciudad y hoy es la fuente más alta de Europa.

Jet' D'Eau
Jet' D'Eau

Continuando el paseo desde esa orilla del lago vas pasando por parques y jardines hasta llegar al Brunswick Monument situado en un precioso parque con estatuas, fuentes y flores, declarado monumento protegido. Es un mausoleo de estilo Neogótico y réplica de la tumba familiar de los Scaligeri en la Verona italiana del Siglo XIV.

Situada en el paseo junto al lago Quai du Mont Blanc en la orilla izquierda, frente al monumento a Brunswick donde las vistas del otro lado de la ciudad y las montañas de cumbres nevadas al fondo son preciosas, hay una estatua de Sissi Emperatriz, lugar donde la asesinó apuñalándola con un estilete el anarquista italiano, Luigi Lucheni.

Junto al lago hay varios puentes para cruzar al otro lado como El Pont Du Mont-Blanc o el De La Machine.

Brunswick Monument
Brunswick Monument

Por la tarde cruzamos al otro lado del puente llegando hasta el Jardín Inglés donde está el Monumento Nacional, dos mujeres 'La República de Ginebra' y 'Helvetia', que simboliza la unión de Ginebra y la Confederación Suiza el 12 de septiembre de 1814. Y lo que más llama la atención es El Reloj de Flores (Horloge Fleurie) decorado con más de 6.000 plantas en honor a la industria relojera.

El Reloj de Flores (Horloge Fleurie)
El Reloj de Flores (Horloge Fleurie)

Desde allí nos cogimos un bus con nuestra maravillosa tarjeta gratis y nos desplazamos un poco más lejos hasta una zona de parques y edificios preciosos como el Museo de Ariane, la Estatua de Gandhi y bajando por ese paseo llegas a la Sede de Las Naciones Unidas y la famosa Broken Chair. Con un peso de 5 toneladas y media de madera y 12 metros de altura está en 'La Place des Nations. Su mensaje es el de recordar a las víctimas de las minas antipersonas.

Ya de vuelta hacia el hotel, se ve todos distinto según se va llenando de luces.

Broken Chair
Broken Chair

Viernes, 30 de Marzo. Nos dirigimos hacia el casco viejo de la ciudad 'Vielle-Ville', la zona más bonita. En el límite Sur llegas al parque Promenade Des Bastions desde donde ves la ciudad en dos alturas debido a que allí está la antigua muralla. En la parte baja el enorme Muro de los Reformadores en el centro del parque, lleno de estatuas y un gran paseo que termina a un lado con una serie de tableros de ajedrez gigantes en el suelo y justo saliendo está el edificio de la Ópera.

En el extremo Norte hasta el muelle atraviesas amplios boulevares hasta el Puente D'Ille.

En la parte alta tienes todas las vistas de lo anterior y te encuentras con un curioso banco de nada menos que 120 metros de largo. Desde aquí tienes la entrada al 'casco viejo' de la ciudad con el encanto de las calles y callejones adoquinadas entre edificios históricos de caliza y banderas por todas partes. 

Catedral St.Pierre
Catedral St.Pierre

Todo esto se concentra alrededor de la preciosa Catedral de St. Pierre, distinta a la mayoría que he visto por tener una mezcla en su arquitectura entre gótica con componentes románicos y su pórtico de columnas que te recuerdan a Roma. Por dentro sólo pudimos verla unos minutos ya que estaban celebrando una boda y nos 'largaron' de allí, pero al salir comenzó un 'mini concierto' de campanas espectacular. Bajando llegas a un balcón 'Terrasse Agrippa D' Aubigne' con una antigua cárcel y un mirador desde el que se ven la Place de Bourg y la bonita Iglesia de la Madalena. 

Catedral de St. Pierre
Catedral de St. Pierre

Una vez desciendes del casco viejo llegas de nuevo a las calles más comerciales con el cielo enmarañado de cables de tranvía. Si continúas en dirección opuesta a la fuente llegas a una zona más financiera, de oficinas, bancos... En dirección a la fuente se van sucediendo una serie de plazas con edificios históricos que desembocan de nuevo en el Lago. Place Du Molard, Place De La Fusterie... y muchas con torres culminadas por un reloj, a cual más bonita. Igualmente siempre hay puentes para cruzar que también son miradores hacia la gran fuente. 

En una parada en uno de ellos con muy buenas vistas, los sociables pájaros se subían a mi mano para que les diera migas en cuanto me vieron comer.


Esa tarde fuimos a ver uno de los barrios más originales y curiosos que he visto nunca. Justo detrás del hotel está el Barrio de Les Grottes (Los Pitufos). Los arquitectos Robert Frei, Christian Hunziker y Hundertwasser, inspirados por los diseños de la obra de Gaudí, decidieron darle al barrio este diseño arquitectónico tan especial y diferente. Cuando entras en él parece que has saltado a otra ciudad completamente diferente y de otra época, y completamente subrrealista con edificios asimétricos, escaleras de caracol con columnas retorcidas, colores vivos y paredes onduladas, relieves y portales únicos entre jardines. Un auténtico descubrimiento que no te esperas y que merece la pena ver.

Les Grottes
Les Grottes

Fotogalería Les Grottes


Al día siguiente, Sábado 31 de Marzo, cogemos un tren y cambiamos de ciudad para pasar el día en Montreux, en el extremo opuesto del lago. En el menú dejo la entrada dedicada a esta ciudad.


El Domingo, 1 de Abril, toca volver a casa, pero aún tenemos toda la mañana para aprovechar y ver más cosas. La dedicamos al Jardín Botánico, que no tiene el nivel tan espectacular de otras ciudades como Nueva York, Edimburgo o Frankfurt, pero no por ello se queda atrás. No sólo tienes varios invernaderos y paseos entre jardines y plantas, sino que también te cruzas por el camino con pavos reales y una zona con cabras, gallinas, ovejas y ciervos bebes, hasta llegar a un inmenso parque con praderas verdes infinitas y árboles gigantescos.

Continuando por este jardín vas recorriendo varios parques enlazados entre si (Parc De La Perle Du Lac, Parc De Mon Repos) en un enorme paseo junto a la orilla del lago con bancos que te van acercando de nuevo a la fuente y hacen de este recorrido un mirador eterno hacia toda la ciudad y el lago en la base de las montañas nevadas.

Ginebra
Ginebra

Fantástica Ginebra, he de decir que me sorprendió y gustó muchísimo.

Fotogalería

Curiosidades


. Nada que ver con la bebida. Su nombre deriva del término celta "geneva" que significa "estuario".

. En las profundidades del Lago Léman hay al menos 40 barcos hundidos, además de 6 vagones de tren.

Entre las localidades de Lausana y Montreux se extiende la zona de viñedos más grande de Suiza, el Lavaux. Charles Chaplin encontró su paraíso personal en esta región.

El preso más famoso fue el rebelde François Bonivard, permaneció encadenado en los sótanos abovedados del Castillo de Chillon de 1530 a 1536 y su historia inspiró a Lord Byron su obra 'El prisionero de Chillon'.

El encanto de la ciudad sedujo al escritor argentino Jorge Luis Borges, que vivió y murió aquí, y que dejó escrito el mejor eslogan de esta ciudad: 'De todas las ciudades del planeta, de las diversas e íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el decurso de los viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad'.

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