Augusta Emerita, actual Mérida

El legado Publio Carisio, el primer emeritense y auténtico "genitor urbis" (padre de la ciudad), fundó la nueva ciudad en el año 25 a.C. siguiendo las órdenes del emperador César Augusto, con los soldados 'emeriti', de ahí el nombre de Augusta Emerita, para servir de retiro a los soldados veteranos (eméritos) de las legiones V Alaudae y X Gemina. 

Conserva el mayor vestigio arquitectónico de origen romano que actualmente se conserva fuera de Italia. El Emperador Augusto dio a la ciudad el estatus de colonia, lo que le daba el derecho a regirse según las mismas leyes que Roma. Su ubicación era perfecta. Al margen del río Anas (Guadiana) junto a la desembocadura del río Albarregas, una zona vadeable del Guadiana con una isla central que facilitaba la construcción de puentes y que se convertía en paso casi obligatorio entre el la Bética y el norte de Hispania.

El Puente Romano de Mérida, marcó el trazado de la ciudad con un importante tráfico de mercancías y personas. Emerita Augusta era un importante centro jurídico, militar, económico y cultural, hasta el punto que Décimo Magno Ausonio la colocó en el noveno lugar en importancia, por delante de Atenas.

Se convirtió en la capital de la Lusitania, una de las tres provincias en que se dividía a la Hispania Romana. Y posteriormente, durante el reinado del emperador Diocleciano, llegó a convertirse en la capital de la Diocesis Hispaniarum, que agrupaba los territorios de la península y una parte del norte de África. Su población alcanzó casi 50.000 habitantes.

En 1993, el Conjunto Arqueológico Emeritense fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

La actual Mérida es un legado romano impresionante que hay que visitar: el Teatro y el Anfiteatro, el Circo, los Acueductos, el puente sobre el Guadiana, la Casa del Mitreo, el Arco de Trajano, el Templo de Diana...

Emerita Augusta
Emerita Augusta

Julio 2009. Los planes son ver una obra de teatro en el famoso teatro de Mérida y conocer la ciudad. Salimos muy temprano hacia Mérida en coche, aún es de noche y el camino es estupendo, buena carretera y nada de tráfico. Hubo que quedarse en un hotel fuera de la ciudad ya que la reserva que teníamos se fue al garete por culpa de digamos 'un incompetente' que perdió los datos. A última hora, ya no había habitación libre en ningún sitio y nos quedamos en Almendralejo. Un hotel grande, con piscina, cómodo... y con habitaciones rosas y pasillos del tipo 'El Resplandor'... alguna pega tenía que tener.

Con mucho calor recorrimos la ciudad y una gran experiencia que se puede disfrutar allí: Ver una obra de teatro cuando cae la noche en su mágico Teatro Romano. Eso si, para ello debes ir en los meses de verano. Nosotros reservamos todo por Internet con antelación en cuanto colgaron la programación de ese verano. Está muy solicitado y si no estás atento te quedarás sin entradas.

Disfrutamos de la obra 'Fedra' de Eurípides y fue diferente a cualquier obra que puedas ver en otro sitio. El teatro te atrapa con su magia y su ambiente. Muy recomendable y con ganas de repetir.

Vamos a conocer Mérida:

Teatro Romano

Fue construido por orden del cónsul Marco Vipsanio Agripa, inaugurándose entre el año 16 y 15 a.C., Tuvo fines políticos para hacer propaganda de las autoridades y el modo de vida romano, ya que el pueblo prefería ver los espectáculos en el Circo.

En tiempos del Emperador Trajano se hizo una gran remodelación y se construyó el frente escénico que podemos ver hoy.

Su planta se levantó siguiendo los tratados de Marco Vitruvio, con un modelo muy parecido a los construidos en Pompeya y Roma. Consta de un graderío o 'cávea' semicircular con trece puertas de acceso y dividido en tres zonas, la 'ima cavea', 'media cavea' y 'summa cavea', que aprovechan la pendiente del cerro de San Albín, con una amplitud suficiente para albergar a 6.000 espectadores. Tenía una 'orchestra', un espacio pavimentado en mármol y forma de semicírculo destinado al coro.

El escenario o 'pulpitum' era de madera y su frontal o 'scaenae frons' estaba formado por una base de sillares de mármol rojizo, columnas corintias y vetas azules, con alusiones a Ceres, Plutón y Proserpina, tres puertas y dependencias para los actores.

El Teatro fue abandonado en el siglo IV d.C., ya que el Cristianismo consideraba inmorales las representaciones que se hacían. Se llegó incluso a cubrirlo de tierra y a aterrazarlo para permitir el cultivo, de tal manera que sólo sobresalía el graderío superior, y que recibió el nombre popular de 'Las siete sillas', ya que según la leyenda allí se sentaron siete reyes musulmanes para decidir el destino de la ciudad de Mérida.

Al iniciar los trabajos de reconstrucción, el frente de la escena estaba prácticamente deshecho. Gómez Millán se encargó de reponer los elementos existentes en su lugar originario, sin rehacer elementos destruidos. La gran cantidad de tierra que cubría el monumento fue una forma de mantener su buena conservación, y también de la aparición de numerosos fragmentos arquitectónicos y decorativos que se lograron recuperar.

Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida

Templo de Diana

Construido hacia finales del siglo I a. C. en el foro municipal de la ciudad romana siguiendo la configuración habitual de los templos clásicos grecorromanos. Es el único edificio religioso romano que ha perdurado en Mérida en bastante buen estado de conservación. Desde 1993 está declarado Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.

El templo fue levantado en época del emperador César Augusto, con roca granítica, de planta rectangular, rodeada de columnas y con un pórtico de seis columnas en su frente. Su fachada principal, orientada hacia el foro municipal, está coronada por un frontón en forma de arco de medio punto. Ante esta fachada una escalinata, daba el acceso principal al templo (ya no se conserva). La columnata, de fustes acanalados y capiteles corintios, descansa sobre un alto podio y está coronada por una cornisa con moldura. Para dar una mayor sensación de riqueza, el basto granito de las columnas se revistió de estuco pintado de rojo que imitaba el mármol, hoy desaparecido. A ambos lados de la fachada existían dos estanques con sus respectivos canales.

El templo se llama de Diana desde el siglo XVII, pero, en las excavaciones arqueológicas que comenzaron en 1972 se descubrió que no era un templo dedicado a la diosa Diana, sino al culto imperial, al encontrar esculturas que representan a miembros de la familia imperial, la del Genius Augusti (símbolo de la divinización del emperador) y la del Genio del Senado (representación del carácter divino del senado romano).

Templo de Diana, Mérida
Templo de Diana, Mérida

Circo Romano

Construído para espectáculos públicos, principalmente las carreras de cuádrigas, en la colonia de Augusta Emerita en el siglo I d.C., tiene forma de óvalo con una superficie de unos 30.000 metros cuadrados.

Fue erigido extramuros de la ciudad y es uno de los más importantes de todo el Imperio Romano después el Circo Máximo de Roma. Con la oficialización del cristianismo en el siglo IV d.C. comenzó el declive de los espectáculos en el circo.

De forma rectangular, está dividido en dos por una plataforma central elevada, que en su origen debió estar recubierta de mármol. Se puede ver la arena donde se disputaban las carreras, las gradas y las puertas por donde salían los competidores llamadas cárceres. Es uno de los circos mejores conservados y cuando estás en él puedes recordar cientos de películas que todos hemos visto, e imaginar lo que era estar allí en esa época. Una experiencia para vivirla.

Anfiteatro Romano

Datado en el 8 a.C., también sirvió de escenario para espectáculos populares, juegos de gladiadores, cacerías de fieras y la lucha entre animales salvajes. Las gradasacogían entre quince y dieciséis mil espectadores.

Contiguo al Teatro, está separado de él por una calzada que circunda ambos edificios. La distribución del graderío era similar a la del Teatro, aunque hoy solo se conserva bien la cavea ima y algunos sectores de la cavea media. Tenía cuatro puertas monumentales que, desde el exterior, y a través de amplios corredores, dos de ellos escalonados, desembocaban en la arena.

La tribuna de los magistrados ya no se conserva, pero si la tribuna, que se conserva parcialmente restaurada, donde disfrutaban del espectáculo las personas que lo costeaban. A través de unas pequeñas escaleras los patrocinadores accedían a la arena.

El graderío se separaba de la arena por medio de un podio de granito, que tuvo losas de mármol. Sobre esto, existió una barrera hecha con sillares de granito. En la cara que daba a la arena, estos sillares lucían pinturas alusivas a los juegos y a los paisajes en los que se desarrollaban. Flanqueando las puertas de los ejes mayores, hay una serie de estancias que, se usaron a modo de jaula para las fieras y de estancias donde se preparaban los gladiadores.

En la arena se aprecia un gran foso, en él que se asentaban los pilares de madera que sostenían las tarimas y, bajo las cuales, se ocultaban todos los ingenios necesarios para el desarrollo de los espectáculos.

Anfiteatro Romano, Mérida
Anfiteatro Romano, Mérida

Alcazaba y Puente Romano

La Alcazaba está en el casco histórico de la ciudad, en la orilla del río Guadiana justo en la desembocadura del Puente Romano, y es la fortificación defensiva islámica más antigua conservada en la Península Ibérica.

Bajo el poder musulmán de Musa Ibn Nusair (Muza) en el año 713, la ciudad de Mérida fue convertida en la capital de una de las "corá" más importantes en que se dividía el Califato Omeya de Córdoba.

La población mozárabe de la ciudad, hizo continuos alzamientos y revueltas contra el poder cordobés, por lo que en el año 835 el emir cordobés Abderraman II mandó levantar la Alcazaba.

Además de su finalidad defensiva y militar, la Alcazaba funcionó también como sede de la administración local, como palacio del gobernador, como refugio para la población y, dada su privilegiada posición a orillas del río frente al principal puente de acceso a la urbe, como paso obligado y filtro para quienes pretendían acceder a la ciudad.

Tiene un total de 25 torres comunicadas por paseos de ronda. Una fortaleza inexpugnable con muros de unos 10 metros de altura y hasta 3 de grosor en algunos tramos y un foso que circundaba su perímetro por tres de sus lados, menos el del Guadiana, donde el río ya actuaba como defensa natural. El acceso principal a la Alcazaba se hacía desde el puente romano, por el que atravesando un arco de herradura flanqueado por dos torres, se ingresaba en un primer recinto cuadrangular independiente conocido como "el Alcazarejo".

Acueducto de los Milagros y Museo Nacional de Arte Romano

El Acueducto de Los Milagros traía agua procedentes del pantano de Proserpina o Charca de la Albuera. Se conservan más de ochocientos metros y se alza a veintisiete metros de altura.

Y por último, es de visita obligada el Museo Nacional de Arte Romano. Declarado "Patrimonio de la Humanidad" en 1993. Está situado junto al teatro y el anfiteatro y se inauguró en 1986. Es uno de los museos arqueológicos más importantes de España.

El edificio respeta el yacimiento arqueológico que se descubrió cuando se emprendió la excavación previa a la construcción. Está dividido en dos partes conectadas mediante una pasarela. En el primer espacio se sitúan los servicios y el área administrativa, la segunda, más monumental, está destina a la exposición permanente, repartida a lo largo de tres alturas. Las ruinas del yacimiento arqueológico se encuentran en la cripta, perfectamente integradas con la arquitectura del edificio, y mediante un corredor, el Museo se comunica por allí con la zona del teatro y el anfiteatro.

No hay que marcharse de Mérida sin visitar este gran museo que describe, como vivían, se relacionaban, y pensaban los romanos.

Museo Nacional de Arte Romano, Mérida
Museo Nacional de Arte Romano, Mérida

Aquí puedes encontrar toda la info sobre entradas y precios.

Aquí para el Festival de Teatro.

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