La Misma Piedra
''El hombre es el único
ser que se tropieza dos veces con la misma piedra''
Porque nos empeñamos en tentar a la suerte
constantemente.
Porque nos empeñamos en caminar sobre el filo de
la navaja.
Porque nos empeñamos en estirar tanto la cuerda
que al final se rompe.
Porque nos empeñamos en no parar, en no pensar,
en no despertar. Unas veces conscientemente y otras no.
Lo único irrefutable, es que de la manera que
sea, hay consecuencias.
Hace un tiempo escribí un artículo sobre el daño
que hicimos, hacemos y haremos a nuestra tierra...
Rectifico, no es nuestra, no es de nuestra
propiedad. Ella es la que nos permite habitar en ella. Y mejor de lo que merecemos,
a pesar de nuestra prepotencia y maltrato.
El mundo se toma un respiro de nuestro desgaste,
de nuestra contaminación, y sigue su supervivencia. No nos necesita.
En cuanto desaparece la agresión, el mundo se
recupera.
¿Quién es aquí el prescindible?
Escribí sobre el daño irreparable que hacemos
con nuestra basura, nuestro egoísmo, nuestra inconsciencia...
Pero olvidé algo. Las epidemias, las pandemias,
las meteduras de pata tan grandes por nuestra parte, que estas consecuencias no
esperan años para pasarnos factura.
No, este daño, es del que llega sin
avisar, sin verlo venir. Irrumpe sin pedir permiso y arrasa.
Nos ataca sin piedad y no nos da tiempo ni de
reaccionar.
Lo hemos vivido en cientos de películas, con palomitas y chocolate, con efectos especiales, pero claro, es sólo ficción. Eso en la vida real no pasa. Y si pasa, no será aquí...
Hasta que llega. Hasta que pasa. Y entonces vienen las lamentaciones, las pérdidas, las lágrimas, la desesperación, las preguntas. ¿Cómo ha podido pasar esto? Es culpa de estos, de aquellos, de todos menos nuestra.
Cuando perdemos lo básico, lo esencial. Ni siquiera hace falta perder lo superfluo. Con quitarnos lo estrictamente más sencillo, nos derrumbamos al ver la facilidad con la que se pierde en este macabro juego. Al ver que ni siquiera puedes tocarte la cara sin miedo y mucho menos a otros. Al darte cuenta de lo frágil y vulnerable que eres. De lo que necesitas un rayo de Sol. Ese que siempre das por hecho que va a salir.
Eso sí, como para todo y en todo, hay dos clases de reacciones.
Los que se dan cuenta de la monumental metedura
de pata que llevamos haciendo desde siempre, y al fin, reaccionan.
Algo hace click en tu cabeza y todo cambia. Nada
volverá a ser lo mismo y decides aprender y escarmentar de ello.
Y los que pase lo que pase, les viene todo mal. Las culpas no les gustan. Las consecuencias no les gustan. Las medidas para mitigarlas no les gustan. Las soluciones no les gustan. Lo que cambie, sea de la manera que sea, no les viene bien. Si se aplaude, mal, si se cierra, peor, si se abre, ¿por qué?. Si deciden unos, mal vamos. Si critican otros, menudos inútiles... No tenéis ni idea, dejadme a mí... Estamos mal, pero tranquilos, el país de al lado está peor...
Y mientras tanto, la vida se nos escapa.
Le añadimos los daños colaterales: Desinformación,
Sobreinformación, Ocultación, Bulos, Mentiras, Teorías Conspiratorias por
doquier...
Esto ES provocado intencionadamente en un
laboratorio.
Esto ES la tercera guerra mundial biológica.
Esto ES culpa de los Chinos. Esto ES culpa de los Americanos.
Esto ES lucha de poder. ¿Quién tiene más huevos?
Esto ES por comerciar con lo que no se debe.
Esto ES por comer lo que no se debe.
Y aquí hay que volver a tropezar en la famosa piedra infinita.
¿Acaso es la primera vez que pasa?
¿Es la primera deforestación, la primera capa de
ozono destruida, el primer deshielo galopante, el primer mar de plástico, la
primera especie extinguida, el primer virus, la primera epidemia? Gripe
española, Peste, Ébola, Sars, Covid, tenemos de todo y para todos.
Estamos más que avisados, más que prevenidos,
más que escarmentados. Pero eso no nos vale. ¿Qué hacemos para evitar una más? Simplemente dejamos que llegue, que pase, que nos devaste, y por
si no fuera suficiente, no sabemos reaccionar.
¿En qué momento perdimos el Norte? ¿El juicio? ¿El
buen instinto de supervivencia? ¿El 'no todo vale'?
¿Necesitamos sentir el miedo para saber
reaccionar? Porque es innegable que el miedo es poderoso.
¿De los que no volverán a ver a la cajera del supermercado o al enfermero del mismo modo?
O de los que se irán a la playa a dominguear, maldiciendo el calor y la caravana y al cabrón de al lado que te quita la sombra, y dejarás un rastro de plástico y mierda tras de ti, para acelerar un poco más el cambio climático, que según algunos no existe.
¿Te será indiferente ver al que se come un murciélago colgado de una cuerda en un chiringuito mugriento?
¿Te fiarás de lo que te venden las noticias y las redes sociales?
¿Cambiarán tus prioridades?
¿Recordarás la ansiedad? Las noches sin dormir, el echar de menos, la incertidumbre, la tristeza, la emoción, los aplausos, la distancia, las colas en el supermercado, la distancia de seguridad, las mascarillas...
¿De verdad tanto te importa si habrá partido,
o fiestas de San Isidro, o Semana Santa por la fiesta en sí?
¿O te importan las miles de personas que se quedan sin trabajo, sin ingresos, sin poder pagar y la consecuencia económica en el tiempo que esto traerá?
...Otra vez prevalece la palabra 'ES'
No hay otra manera de soportarlo, que quedarse con esto...'Es Posible'.
