La Alcarria es una Comarca situada en su mayor parte en la provincia de Guadalajara y parte de Madrid, Toledo y Cuenca. Está formada por una serie de bonitos pueblos, que se pueden recorrer haciendo una ruta y disfrutar de iglesias románicas espectaculares y hasta campos de lavanda que bien podrían pasar por un paisaje de la Toscana.

Cela la recorrió y escribió su 'Viaje a la Alcarria'

''Con el morral a la espalda y la cantimplora sujeta a la hebilla del cinturón, el viajero recorre las carreteras y los pueblos de la Alcarria. Es el suyo un caminar lento, con mañanas de atmósfera limpia, mediodías calurosos y noches que se echan encima, como un susto. De pueblo en pueblo el viajero va viviendo curiosos encuentros, minúsculas anécdotas y sorprendentes conversaciones que, impertérrito, transcribe con una suave prosa que aúna realismo, comicidad y ternura''.

En este mapa se pueden ver todos los pueblos que forman la comarca, y la ruta y carreteras de acceso.

En esta escapada, vamos a recorrer los Campos de Lavanda y el pueblo de Brihuega.

>>Desde Madrid por la A2, tras pasar Guadalajara, en Torija hay que desviarse hacia Brihuega. Llegarás en apenas una hora.

>>Dejamos atrás el pueblo de Brihuega y nada más salir del pueblo, giramos a la derecha en la primera carretera, la CM-2005 hacia Romancos y Malacuera. 

>>Después, en el primer cruce que encuentras, nada más cruzar el río Tajuña, cogemos la carretera a la izquierda, GU-925 hacia Malacuera y Olmeda del Extremo. 

>>Hay que dejar atrás el valle donde se encuentra el pueblo y al salir un cartel indica 'Campos de Lavanda'. Después de esto hay que seguir unos 4 Km y encontrarás a la izquierda el comienzo de los campos y una zona de tierra para aparcar con un puesto de souvenirs. 

Una vez allí, puedes bajar y caminar entre los campos, sin destrozar... porque siempre hay maleducados que pisan por donde no deben. Los surcos en forma de caminito entre las flores están bien marcados y no hay ningún motivo que justifique pisotear las flores.

BRIHUEGA

Este pequeño pueblo situado en la parte occidental del la provincia de Guadalajara y a sólo 90 Km de Madrid, esconde un verdadero tesoro en sus calles. Ya, desde la carretera, las vistas de la Villa en lo alto de un cerro prometen.

Todo en el pueblo hace referencia a la lavanda y su color. Balcones, ventanas y entradas de establecimientos, están adornados con bonitas flores y telas de color lavanda que te recuerdan en todo momento donde estás.

Su historia comienza con leyendas como la de la 'Fuente de los doce caños' en la que la joven que bebiera de ella, encontraría novio.

O la leyenda en torno a los antiguos lavaderos, ya que, según dicen, las mujeres que lavaban mal... eran conducidas a la cárcel... un poco exagerado no?

Tampoco faltan las Cuevas Árabes con unos 600 metros de grutas y caminos subterráneos que se usaron como búnker durante la guerra y a las que se accede a través de la actual carnicería, situada en la Plaza del Coso, donde también está la antigua Real Cárcel de Carlos III (hoy, Oficina de Turismo).

La Real Fábrica de Paños (1787), llegó a tener 84 telares en los que trabajaban unos mil empleados. Hoy está en desuso, pero conserva unos bonitos jardines de estilo versallesco y unas buenas vistas del río Tajuña.

Si visitas el pueblo en fin de semana, lo mejor es ir pronto si quieres aparcar cerca, hay una zona de párking en la misma carretera, junto a un parque donde se puede dejar el coche sin problema.

Desde allí la calle principal que cruza todo el pueblo te irá llevando a todo lo que hay que ver.

Las Murallas y la puerta de la Cadena te dan la bienvenida entre restaurantes, cafeterías y terrazas. Es una de las cinco puertas que había en la Villa. Con un simple arco de medio punto, tiene dos placas sobre él que conmemoran el centenario y bicentenario del asalto a la ciudad en 1710 durante la Guerra de Sucesión.

La otra puerta que se conserva es la del Arco de Cozagón, la que fuera puerta más importante de la Villa. Situada al Sur, junto a la Plaza de Toros, como acceso al camino que se dirige al Río Tajuña y al Tajo, conectando el camino hacia Toledo. Tenía un doble Arco de 10 metros de altura. Hecho de piedra de toba, donde los canteros dejaron sus señales como la cruz o el aspa. Por ella pasaron importantes personajes como Alfonso X El Sabio o El Cardenal Cisneros.

Inmediatamente llama la atención desde la calle principal, a la izquierda, la Iglesia de San Felipe (S. XIII), situada en la Plaza de mismo nombre y para muchos, la más bonita de Brihuega. 

De estilo románico de transición, tiene tres naves con bóvedas de crucería y su interior es sencillo y precioso. Un incendio en 1904 arrasó toda la techumbre y el interior.

Tiene una torre campanario octogonal que no está completamente unida al templo, ya que se construyó aprovechando uno de los torreones de la antigua muralla. En su arco de acceso se puede ver el escudo del arzobispo Ximénez de Rada. Durante la Guerra Civil Española fue utilizada como almacén de piensos.

Hay que avanzar un poco más para desviarnos a la derecha desde la calle principal y encontrar una de las zonas más bonitas de la Villa.

Se accede por la Puerta de la Guía (S.XIX) Fue construida por el general Hugo, padre del escritor Víctor Hugo, durante la Guerra de la Independencia, con el objetivo de abrir un hueco por el recinto amurallado y conquistar el Castillo de la Piedra Bermeja.

Con el tiempo, se convirtió en una puerta monumental que da acceso al Prado de Santa María.

Al cruzar nos encontramos ante el llamado Prado de Santa María, un precioso y romántico recinto amurallado, rodeado de inmensos y frondosos árboles, y con un mirador al fondo.

En este recinto nos encontramos con todas estas joyas:

>>Alcázar Musulmán, residencia de los Arzobispos y Castillo de la Piedra Bermeja 

Sobre el río Tajuña, el Castillo se asienta sobre un monte rocoso. Los árabes construyeron un castillete o torreón defensivo, que en la época del reino taifa de Toledo fue ampliado.

Las ventanas abiertas en sus muros, revelan su condición palaciega. En su interior estuvieron las dependencias arzobispales, y anteriormente el palacio del rey de Toledo Almamún. Bajo ellas, se encontraban las dependencias militares y el patio de armas mantuvo durante mucho tiempo su condición de jardín de recreo.

Tras la toma de Toledo en 1085, el rey castellano otorgó Brihuega al arzobispo de la nueva sede, don Bernardo, y le concedió el señorío de la Villa y el Castillo. El arzobispo que más ayudó  fue don Rodrigo Ximénez de Rada, gran político e historiador que engrandeció Castilla durante los reinados de Alfonso VIII y Fernando III. A él se deben los principales monumentos religiosos de Brihuega.

Hoy en día, lo que hay en su interior es el cementerio donde descansan muchas víctimas de la peste de finales del S.XIX

>>Iglesia de Santa María de la Peña 

(S. XIII) Construida por el Arzobispo D. Rodrigo Ximénez de Rada en el patio de armas, es uno de los cinco templos cristinanos con los que contó la Villa. Una iglesia de tres naves con tres tramos. Un pequeño porche deja ver una bonita puerta de transición del románico al gótico con cuatro arquivoltas apuntadas, tímpano y un pequeño rosetón.

Su nave central es más alta y está separada de las otras por preciosas columnas y arcos hasta llegar al altar. En su interior se conserva la imagen de la Patrona de la localidad 'La Virgen de la Peña'

>>La Capilla de la Vera Cruz 

Se accede desde el nivel superior por una puerta junto a la torre circular y da paso a unas escaleras al exterior que permiten bajar literalmente entre rocas, por recovecos y salas en forma de cueva y con unas vistas desde lo alto que valen la pena. 

Toda la Villa de Brihuega estuvo amurallada por completo. El actual recinto 'Prado de Santa María', tiene una longitud de casi 2 Km. Desde aquí también hay vistas del Museo de Miniaturas, que se encuentra nada más salir.

Una vez sales, a un lado está la plaza de toros, de la que voy a pasar de largo dada nuestra aberración ante dicho festejo, aunque la verdad es que si no te fijas, pasa desapercibida. 

Al otro lado, el mencionado Museo de Minaturas del Profesor Max, famoso por sus espectáculos de hipnosis y telepatía. Juan Elegido Millán, tiene este museo dedicado a su historia y con 35.000 figuras en miniatura.

Por último, nos queda una parada en La Iglesia de San Miguel, construida en el S. XIII, de estilo románico de transición y con influencias del mudéjar toledano. De aspecto sencillo, tiene un ábside poligonal mudéjar construido en ladrillo visto con contrafuertes y ventanas. Las tres naves del interior están separadas por arcos apuntados de ladrillo.

Durante la Guerra Civil fue usada como garaje, almacén y cuartel. Tras la guerra quedó abandonada hasta que sus naves y techumbre acabaron derrumbándose. En 1979, gracias a la asociación 'Amigos de Brihuega' se consiguió una subvención para su restauración.

Hoy día está cerrada, salvo cuando hay actos culturales.

En definitiva, la visita que hicimos a esta Villa el pasado 19 de Julio de 2020, a pesar de las circunstancias provocadas por la pandemia, fue una pequeña ventana de aire que seguro que todos los viajeros entendéis.

Los carteles de mascarilla obligatoria y distancia de seguridad estaban por todo el pueblo y sus habitantes, en su mayoría, cumplían la primera norma. La segunda no la cumplía prácticamente nadie.

Brihuega y los Campos de Lavanda tan cercanos, es un buen lugar para empezar a conocer los numerosos pueblos de esta comarca.

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