Asturias

La Comunidad Autónoma del Principado de Asturias , bañada al norte por el Cantábrico,  limita al oeste con la provincia de Lugo (Galicia), al sur con la provincia de León (Castilla y León) y al este con Cantabria. Recibe el nombre de Principado por razones históricas, al ostentar el heredero de la corona de Castilla y, por extensión, de la corona de España el título nobiliario de príncipe de Asturias, establecido por Juan I de Castilla en el año 1388. Oviedo es, según el estatuto de autonomía, sede de las instituciones del Principado de Asturias; la ciudad más poblada de la comunidad es Gijón.

Cómo nace Asturias

Las primeras huellas de presencia humana en el territorio de la actual Asturias se remontan al Paleolítico Inferior, hace unos 100.000 años, cuando pequeños grupos se asientan cerca de la costa y de los cauces de los ríos. Viven en poblados de cabañas de madera cubiertas de piel; se dedican a la caza, a la pesca y a recolectar frutos; y para llevar a cabo las tareas utilizan herramientas básicas realizadas en piedra. El enfriamiento del clima debido a la última glaciación obliga a estos núcleos a buscar cobijo del hielo en las bocas de las muchas cuevas kársticas de la cornisa cantábrica, como la de Tito Bustillo en Ribadesella.

El descubrimiento, alrededor del 3000 a.C., del método de extracción y fundición de los metales (a partir del cobre, particularmente abundante en el subsuelo asturiano), acelera el proceso de formación de una sociedad avanzada, que se organiza autárquicamente en castros, poblados levantados sobre alturas desde las cuales dominar los alrededores, y constituidas por pequeñas cabañas con bases de piedra, de planta circular y con techos de madera y paja. En estas aldeas fortificadas con murallas y fosos. Se desarrolla durante siglos la cultura castreña, que sobrevivirá con sus tradiciones hasta la llegada de los romanos, en el s. I a.C.

En los años inmediatamente posteriores, las legiones al mando del general Agripa empiezan a romanizar la región. Construyen calzadas, puentes, pozos y toda la infraestructura necesaria para el desarrollo de la zona; al mismo tiempo la organización tribal es sustituida por la administración imperial, con el poder en manos de un gobernador que se relaciona directamente con el emperador.

A principios del S. V, cuando diversos pueblos germánicos expulsados de sus tierras por los hunos invaden la península Ibérica: los vándalos se dirigen hacia el sur, los alanos llegan a controlar el centro peninsular y los suevos se asientan en Gallaecia, compartiendo la provincia con los vándalos asdingos, que se instalan en la actual Asturias. Incapaces de hacerles frente (Roma ha sido saqueada por el rey visigodo Alarico en el 410), los romanos deciden pactar con ellos, pero, cuando la situación se hace insostenible, piden ayuda a los visigodos, que desde la Galia se adentran en la península y, en poco más de medio siglo, expulsan a alanos y vándalos y acorralan a los suevos en Galicia. En en el 476, el Imperio romano de Occidente deja de existir con la destitución del último emperador, Rómulo Augústulo, y los visigodos se quedan con Hispania. Durante todo este período los astures gozan de relativa independencia en los márgenes del reino suevo, que al cabo de un siglo desaparecerá del mapa a manos del rey visigodo Leovigildo.

Durante casi 250 años los visigodos dominan el panorama geopolítico peninsular desde su capital. En 711 los musulmanes cruzan el estrecho de Gibraltar con el propósito de invadir la península. En poco menos de 15 años el califato omeya se apodera del antiguo reino visigodo, excepto de algunas zonas de lo que hoy es Asturias. En el 718 (o el 722, según otras fuentes), al cruzar los Picos de Europa, el ejército musulmán se topa con la resistencia de las fuerzas comandadas por don Pelayo, un desconocido caudillo de origen visigodo que ya había liderado una revuelta antimusulmana unos años antes. Esta vez consigue derrotarlos en la batalla de Covadonga y hacerles retroceder al otro lado de las montañas. Gracias al éxito obtenido, que se considera el comienzo de la Reconquista, Pelayo se proclama rey en Cangas de Onís y funda el Reino de Asturias.

Con la entrada en la Baja Edad Media nacen nuevas villas y se va formando una burguesía comercial y artesanal fomentada por el incesante paso de peregrinos hacia Santiago de Compostela, pasando por Oviedo.

*Wikipedia/LonelyPlanet